Sobre los documentales de la Fundación Caja de Arquitectos.
Hemos podido disfrutar esta Semana de la Arquitectura de la proyección en la Escuela de Diseño CENP y en la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Pablo-CEU los vídeos editados por la Fundación de la Caja de Arquitectos. En esta ocasión se programaron para el inicio del ciclo los documentales En la India. 1ª Parte: Ahmedabad y Chandigarh -Manu Rewal (India/Francia, 2000)- sobre Le Corbusier y Volumen 0 -Arun Khopkar (India, 2009)- sobre Charles Correa. Casualidad o no, ambos documentales tratan sobre arquitectos fuertemente comprometidos con la sociedad en la que trabajaron y quienes intentaron dar soluciones desde la arquitectura a un problema básico y fundamental: Habitar con dignidad el lugar. Con el convencimiento de que el urbanismo y la arquitectura, cada uno a su escala y con los medios disponibles, articulan soluciones reales ante problemas existentes, los documentales avanzan por los diferentes proyectos de los arquitectos. El encanto del de Le Corbusier es la profusión del análisis crítico sobre su obra. El de Charles Correa está en su poética relatada en primera persona. El ciclo continuó con la proyección de los documentales Arquitectura Imaginaria -Hartmut Bitomsky (Alemania, 1993)- sobre Hans Sharoum, Arquitecto Inglés, Legado Americano -Murray Grigor (Estados Unidos, 2005)- sobre John Soane y el estreno del recién editado Aprendizajes del Arquitecto - Gustavo Cortés Bueno (Francia/España, 2000)- sobre Enric Miralles (+2000). Del primero destaca la cuidada edición y análisis de los proyectos analizados, así como la documentación de los sorprendentes dibujos que Sharoum realizaba en el proceso del proyecto. El origen alemán del documental presenta el déficit del silencio impuesto sobre la vida y obra del autor durante la época del nazismo y la segunda guerra mundial. Fantástica –como en general todos los documentales- la realización y conjunción imagen-banda sonora. Impresiona percibir la influencia que ha tenido John Soane en el movimiento postmoderno anglosajón, y sobre éste a su vez del clasicismo. Una influencia más bien piranesiana porque no se trata tanto de la arquitectura clásica, sino de la permanencia de ésta a través del tiempo. Quizás la mayor pega del documental, desde nuestra perspectiva mediterránea, sea la visión tan anglosajona. Personalmente se echa de menos otro tipo de comparaciones y referencias como podría haber sido entre la Dulwich Art Gallery y el Museo Romano en Mérida de Moneo, por ejemplo. Escuchar las aclaraciones sobre su obra del propio Enric Miralles no deja de tener un punto especial. Pocas figuras contemporáneas han podido tener una vida proyectual tan intensa a la par que breve. Algunos soñarán con el futurible de cómo habría evolucionado su arquitectura de seguir hoy entre nosotros. Seguro que volvería a sorprender. El documental en sí es un auténtico concierto de imágenes y música. Es de lamentar el que no se reseña la banda sonora en los créditos, pero este detalle técnico no desmerece la belleza del documental en sí. En cualquier caso se agradece que la Fundación Caja de Arquitectos dedique el tiempo, dinero y esfuerzo a la edición y difusión de unos documentales de tan alta calidad.
Alfonso Monteagudo
22 abr. 2009
Arquidiseña
11 oct. 2009
diego
Hemos podido disfrutar esta Semana de la Arquitectura de la proyección en la Escuela de Diseño CENP y en la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Pablo-CEU los vídeos editados por la Fundación de la Caja de Arquitectos. En esta ocasión se programaron para el inicio del ciclo los documentales En la India. 1ª Parte: Ahmedabad y Chandigarh -Manu Rewal (India/Francia, 2000)- sobre Le Corbusier y Volumen 0 -Arun Khopkar (India, 2009)- sobre Charles Correa. Casualidad o no, ambos documentales tratan sobre arquitectos fuertemente comprometidos con la sociedad en la que trabajaron y quienes intentaron dar soluciones desde la arquitectura a un problema básico y fundamental: Habitar con dignidad el lugar. Con el convencimiento de que el urbanismo y la arquitectura, cada uno a su escala y con los medios disponibles, articulan soluciones reales ante problemas existentes, los documentales avanzan por los diferentes proyectos de los arquitectos. El encanto del de Le Corbusier es la profusión del análisis crítico sobre su obra. El de Charles Correa está en su poética relatada en primera persona. El ciclo continuó con la proyección de los documentales Arquitectura Imaginaria -Hartmut Bitomsky (Alemania, 1993)- sobre Hans Sharoum, Arquitecto Inglés, Legado Americano -Murray Grigor (Estados Unidos, 2005)- sobre John Soane y el estreno del recién editado Aprendizajes del Arquitecto - Gustavo Cortés Bueno (Francia/España, 2000)- sobre Enric Miralles (+2000). Del primero destaca la cuidada edición y análisis de los proyectos analizados, así como la documentación de los sorprendentes dibujos que Sharoum realizaba en el proceso del proyecto. El origen alemán del documental presenta el déficit del silencio impuesto sobre la vida y obra del autor durante la época del nazismo y la segunda guerra mundial. Fantástica –como en general todos los documentales- la realización y conjunción imagen-banda sonora. Impresiona percibir la influencia que ha tenido John Soane en el movimiento postmoderno anglosajón, y sobre éste a su vez del clasicismo. Una influencia más bien piranesiana porque no se trata tanto de la arquitectura clásica, sino de la permanencia de ésta a través del tiempo. Quizás la mayor pega del documental, desde nuestra perspectiva mediterránea, sea la visión tan anglosajona. Personalmente se echa de menos otro tipo de comparaciones y referencias como podría haber sido entre la Dulwich Art Gallery y el Museo Romano en Mérida de Moneo, por ejemplo. Escuchar las aclaraciones sobre su obra del propio Enric Miralles no deja de tener un punto especial. Pocas figuras contemporáneas han podido tener una vida proyectual tan intensa a la par que breve. Algunos soñarán con el futurible de cómo habría evolucionado su arquitectura de seguir hoy entre nosotros. Seguro que volvería a sorprender. El documental en sí es un auténtico concierto de imágenes y música. Es de lamentar el que no se reseña la banda sonora en los créditos, pero este detalle técnico no desmerece la belleza del documental en sí. En cualquier caso se agradece que la Fundación Caja de Arquitectos dedique el tiempo, dinero y esfuerzo a la edición y difusión de unos documentales de tan alta calidad.12 oct. 2010